CUENTO
LO QUE LE PASO A UN HOMBRE QUE NO SE FIÓ DE SI MISMO
Un día se acercó el Conde Lucanor a
Patronio, su consejero, y le dijo así:
-
Patronio, se que da buenos consejos por eso le pido que me aconseje acerca de
este tema. Ya sabe que estoy cursando la carrera de Humanidades en la
Universidad de Salamanca desde hace ya tiempo, y pronto tengo las pruebas para
aprobar la carrera universitaria. En las aulas cuando nos dan las lecciones nos
colocan en las mesas por orden, dependiendo de nuestras iniciales y sé que el
hombre que se sienta delante mía es muy estudioso y probablemente saque muy
buenas calificaciones. Yo también he estudiado mucho para la prueba pero no
estoy seguro de que me salga bien. Confío mucho en vos por lo que sé que no
dirá nada si mi decisión final, es, en caso de que se me aparezca la
oportunidad, echar un vistazo y copiar de la prueba del hombre estudioso que se me
sentara delante el día señalado. Por eso le pido consejo en cuanto a decidir sí
echar un vistazo y copiar de la prueba del hombre de delante o confiar en lo que he
estudiado pero arriesgarme a no sacar la nota esperada o incluso no superar
dicha prueba.
-
Señor Conde Lucanor –dijo Patronio- entiendo las razones por las que se plantea
echar un vistazo y copiar en caso de que se le plantee el caso. Pero creo que mejor que
decirle directamente mi opinión es contarle la historia de lo que le sucedió a
un hombre que estaba en las mismas condiciones que vos, pero en su caso el
decidió echar un vistazo a el hombre sentado próximo a él.
-
Adelante, Patronio cuénteme esa historia. Y veremos si realmente me resulta de
ayuda para tomar mi decisión.
-
“Esta es la historia de un hombre que se encontraba en una prueba
universitaria. Él había estudiado mucho pero se sentía inseguro, y estaba muy
nervioso. A sí que decidió levantar la vista hacia las hojas del caballero que
tenía delante, vio que ese hombre tenía otra cosa escrita con respecto a la de
él. Pensó que ese hombre debía de ser más estudioso e inteligente que él, ya
que tenía mucho más escrito. Rapidamente escribió lo que tenía el otro hombre
en su prueba y la entrego. Un tiempo después, al entregarle las calificaciones
de la prueba nuestro hombre no la supero. No entendía porque, ya que escribiera
y redactara de forma correcta. Le pregunto a su maestro que había tenido mal y
él le dijo: -Vos habéis tenido mal todas las cuestiones, además habéis escrito exactamente
las mismas incorrecciones que el hombre que se sienta a su lado. Por lo que habéis
copiado-. Él se dio cuenta de que las cuestiones que el redactara en un
principio eran correctas. Eso le hizo darse cuenta de que tenía que fiarse de
sí mismo y no fijarse en el otro.” –le contó Patronio- Por lo que de esta
historia puede sacar que debe fiarse de sí mismo y no fijarse en el otro.
El consejo de Patronio le pareció bueno
al conde, que lo aplicó y le fue muy productivo. El Conde Lucanor paso las
pruebas sin tener que copiar de nadie solo confiando en sí mismo.
Y, cuando don Juan escuchó esta
historia, la mandó poner en este libro e hizo estos versos que dicen así y que lo
resumen muy bien:
En tu trabajo y esfuerzo debes confiar,
y no para el otro mirar.
Noelia Cabaleiro Rodríguez 3ºC