miércoles, 22 de enero de 2020

CUENTO: El Conde Lucanor




CUENTO

LO QUE LE PASO A UN HOMBRE QUE NO SE FIÓ DE SI MISMO

Un día se acercó el Conde Lucanor a Patronio, su consejero, y le dijo así:
            - Patronio, se que da buenos consejos por eso le pido que me aconseje acerca de este tema. Ya sabe que estoy cursando la carrera de Humanidades en la Universidad de Salamanca desde hace ya tiempo, y pronto tengo las pruebas para aprobar la carrera universitaria. En las aulas cuando nos dan las lecciones nos colocan en las mesas por orden, dependiendo de nuestras iniciales y sé que el hombre que se sienta delante mía es muy estudioso y probablemente saque muy buenas calificaciones. Yo también he estudiado mucho para la prueba pero no estoy seguro de que me salga bien. Confío mucho en vos por lo que sé que no dirá nada si mi decisión final, es, en caso de que se me aparezca la oportunidad, echar un vistazo y copiar de la prueba del hombre estudioso que se me sentara delante el día señalado. Por eso le pido consejo en cuanto a decidir sí echar un vistazo y copiar de la prueba del hombre de delante o confiar en lo que he estudiado pero arriesgarme a no sacar la nota esperada o incluso no superar dicha prueba.
            - Señor Conde Lucanor –dijo Patronio- entiendo las razones por las que se plantea echar un vistazo y copiar en caso de que se le plantee el caso. Pero creo que mejor que decirle directamente mi opinión es contarle la historia de lo que le sucedió a un hombre que estaba en las mismas condiciones que vos, pero en su caso el decidió echar un vistazo a el hombre sentado próximo a él.
            - Adelante, Patronio cuénteme esa historia. Y veremos si realmente me resulta de ayuda para tomar mi decisión.
            - “Esta es la historia de un hombre que se encontraba en una prueba universitaria. Él había estudiado mucho pero se sentía inseguro, y estaba muy nervioso. A sí que decidió levantar la vista hacia las hojas del caballero que tenía delante, vio que ese hombre tenía otra cosa escrita con respecto a la de él. Pensó que ese hombre debía de ser más estudioso e inteligente que él, ya que tenía mucho más escrito. Rapidamente escribió lo que tenía el otro hombre en su prueba y la entrego. Un tiempo después, al entregarle las calificaciones de la prueba nuestro hombre no la supero. No entendía porque, ya que escribiera y redactara de forma correcta. Le pregunto a su maestro que había tenido mal y él le dijo: -Vos habéis tenido mal todas las cuestiones, además habéis escrito exactamente las mismas incorrecciones que el hombre que se sienta a su lado. Por lo que habéis copiado-. Él se dio cuenta de que las cuestiones que el redactara en un principio eran correctas. Eso le hizo darse cuenta de que tenía que fiarse de sí mismo y no fijarse en el otro.” –le contó Patronio- Por lo que de esta historia puede sacar que debe fiarse de sí mismo y no fijarse en el otro.
El consejo de Patronio le pareció bueno al conde, que lo aplicó y le fue muy productivo. El Conde Lucanor paso las pruebas sin tener que copiar de nadie solo confiando en sí mismo.

Y, cuando don Juan escuchó esta historia, la mandó poner en este libro e hizo estos versos que dicen así y que lo resumen muy bien:

En tu trabajo y esfuerzo debes confiar,
y no para el otro mirar.

Noelia Cabaleiro Rodríguez 3ºC

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