martes, 28 de enero de 2020

Conde Lucanor (Aldara Rocha Díaz)

Era un frío día de invierno, Lucanor estaba junto al fuego, pensando en su amada. Le iba a hacer un regalo, pero no tenía claro que regalarle. Se debatía entre algo de gran precio o un detalle hecho con el corazón. Como era costumbre para él, llamó a su criado, Patronio, para pedirle consejo.

Patronio escuchó su dilema con atención. Después de quedarse pensativo durante unos instantes finalmente habló.

-Conde Lucanor, no puedo decirle que puede usted regalarle a su amada, pero, puedo contarle una historia que podría servirle de utilidad en su decisión.

Y así, comenzó:

"Érase una vez un poderoso príncipe enamorado con un gran tesoro. Su amada, una humilde pueblerina, que no vivía precisamente en la abundancia, no le correspondía. Él, quiso hacerle una serie de regalos para conquistarla. Le fue regalando joyas, dinero, oro, terrenos... Pero ella seguía rechazando cada uno de sus movimientos.
Un día, un joven campesino, el cual también estaba enamorado de ella, sin poder ni dinero, se acercó a ella algo nervioso pon un laúd y una flor. Acto seguido, el joven campesino, hijo de un juglar, le ofreció la flor y le tocó la canción que había compuesto para ella. La pueblerina se enamoró al instante y de ahí a una semana se casaron.
El príncipe vio la derrota y se retiró de su reino, avergonzado. Nunca más se supo nada de él."

El conde Lucanor asintió, inquisitivo. Se retiró a sus aposentos y al día siguiente salió con una carta en la mano, elegante. Agarró una delicada flor de su jardín y partió en busca de su amada.

Es mejor un regalo sincero
Que un montón de dinero 

Aldara Rocha Díaz

1 comentario: